Where it happened: Casa de ella
Langauge: español
Sex: Male
Rating: 8
Category: Straight
Mis primeras experiencias sexuales se remontan a 1967 y fueron muy intensas durante algo mas de 2 años La myoria de los escritos leidos por mi en esta web, son escritos de jente joven que en muchos casos nos miran a los mayores como si no hubiesemos tenido nosotros nuestra primera ves tambien.
Tengo 56 años, casado y con 2 hijos, chico y chica, ya están casados, lo que voy a explicar me ocurrió cuando acababa de cumplir los 12 años. Esta es la parte que esplicare en un principio aunque fueron nuevas experiencias que duraron casi hasta los 15 años.
Yo cumplo los años en julio, y ese año, el de mi primera vez, me habían operado de fimosis en febrero, pero un mes antes de que me operaran, en la visita al medico para una revisión, cuando estaba tumbado en la camilla, él medico le enseño a mi madre el problema que yo tenia en el pene con la fimosis, y es que además tenia la piel del prepucio cogida al glande, el problema no habría existido si yo me hubiese tocado el pene con asiduidad, pero con una madre como la que yo tenia eso era mas difícil que ir a la luna, y cogiendo el muy burro de medico un bisturí separo el glande del prepucio sin mas, si no llego a estar atado a la camilla, lo mato o salgo corriendo, que daño me hizo el muy burro.
Bueno a lo que iba, un mes mas tarde, a final de febrero me operaron de fimosis, menos mal que me pusieron anestesia local, cuatro inyecciones en el pene, al medico no le hizo ningún daño, era el mimo medico que me había hecho la burrada el mes anterior y como volvia a estar atado a la camilla, no pude nada mas que gritar.
Después vinieron los problemas, primero para orinar, escocia mucoho, y a los 4 ó 5 días, no recuerdo bien. Yo era todavía muy niño, no había hecho el desarrollo, no había problema de cara a posibles erecciones, eso dijo él medico, sé equivocó, como anteriormente ya me habían separado la piel del glande, provocaron que se adelantara el desarrollo y con las primeras erecciones. Los puntos de sutura que habían puesto en mi pene, producían un tremendo dolor, llegando algún punto a soltarse provocando pequeños desgarros, con un sangrado muy abundante. Siempre que parecía que iba a tener una erección corría al frigorífico a coger hielo para ponerlo en mi pene, fueron los primeros 15 días muy malos y no calmo hasta que saltaron los puntos, los que han pasado por esta experiencia en aquellos años serán capaces de entender. Siempre me acordare de esos días y sigo maldiciendo al medico después de 44 años.
Durante el tiempo que estuve convaleciente, que fue algo mas de un mes, no me podía poner ni la ropa interior, lleve ese tiempo un pijama muy grande de mi padre.
Muchos vecinos preguntaron por mi, y mi madre les enseñaba la herida de la operación que me habían hecho, mejor habría sido enseñarla en TV, no sé cuanta gente me la llego a ver, pero creo que no falto ningún vecino, claro, y alguno de sus hijos también, niños y niñas, fue mas visitada que la Sagrada Familia de Barcelona. Ha, me olvidaba, soy de Barcelona, de una barriada que en aquel entonces parecía un pueblo.
Yo era un niño y con un pene desarrollado para ese verano, mi hermano que tenia 14 años también empezó el desarrollo en aquella época. Cuando iba a la piscina, en el vestuario, todos mis amigos me la miraban y se preguntaban cuando sé les desarrollaría a ellos.
Ella se llamaba Isabel y tenia la misma edad que yo 12 año, cumpliamos los años el mismo mes, ella unos días antes que yo. Unos 3 meses antes de que me operaran a mí, ella tubo un accidente de lo más aparatoso y vergonzoso, sé subió en una mesa del colegio ha bailar, resbalo y dio con todo su sexo en la mesa, mesa que sé rompió por la mitad del impacto, sangro muchisimo, fue llevada a un hospital en el que estuvo varios días. Ella celebraba cual quier cosa y ademas aquel dia le vino por primera vez la menstruación, en su clase eran solo chicas, no había chicos.
Teníamos los dos mucha amistad, ella era mi amiga cuando jugábamos en la calle en verano y muchas veces nos escondíamos juntos jugando al escondite. También nos juntábamos para hacer los deberes escolares, aunque no estábamos juntos en la clase hacíamos el mismo curso. En aquellos años, el colegio al que íbamos los dos, era un colegio mixto, pero los niños en unas clases y niñas en otras, no nos podíamos juntar ni en las horas de patio ni en el comedor. Cosas de los años 60 en España.
Cada mañana desde hacia casi dos años ella y yo íbamos juntos al colegio, además ella llevaba a un niño vecino que era pequeño y yo llevaba a dos que también eran pequeños, era frecuente también vernos a los dos jugando a fútbol, y en casa de uno de los dos haciendo deberes escolares. Eramos buenos amigos pero niños, no sabíamos nada de sexo. Los dos teníamos además el mismo problema, nos hacíamos pis en la cama, y nuestras madres nos avergonzaban delante de nuestros amigos, pero a los dos se nos corto el problema con el desarrollo, los dos odiamos a nuestras madres por ridiculizarnos.
En agosto de ese año, sus padres, que tenían una casa fuera de Barcelona, en un pueblo. Me invitaron a que pasar unos días con ellos, eran 4 días con sus 3 noches, que noches nos esperaban a los dos.
La casa no era grande, una casa con dos habitaciones, una a cada lado de la casa, en la habitación de Isabel dormiría yo, tenia 2 literas para cuando venían sus primas, que no recuerdo sí yo las conocía, en el otro lado de la casa sus padres. Mis padres y los suyos nos consideraban unos niños inofensivos y hasta entonces meones.
Salimos de Barcelona por la mañana en tren, me toco madrugar y eso que era época de vacaciones, desde la estación hasta su casa fuimos caminando, no todo el mundo tenia coche en aquella época.
En su casa había un poco de jardín y un huerto, tenia una balsa que utilizaba como piscina.
Nada mas llegar, sus padres, nos dijeron que podíamos bañarnos hasta la hora de la comida y como llevábamos el bañador puesto debajo de la ropa, nos quitamos la ropa y al agua. Nos lo pasamos muy divertido. Por la tarde fuimos a dar un paseo por el pueblo y a comer unos helados. Estuvimos con otros niños jugando un poco con bicicletas hasta que llegamos de nuevo a su casa, su madre nos dijo que podíamos volver a bañarnos en la piscina, cosa que no nos pensamos y fuimos a cambiarnos a su habitación. Cuando nos quitamos los bañadores no habíamos coincidido antes pero esta ves si, y los dos al cambiarnos juntos nos dimos cuenta que los dos teníamos un poco de vello en nuestras partes pelvicas. Cuando estábamos en la piscina nos dio a los dos por hablar del vello que nos habíamos visto, los dos comentábamos que ni sus amigas ni mis amigos tenían todavía, hablamos de su accidente y de mi operación, cosa que hasta entonces casi ni habíamos hablado, y eso que íbamos muchas veces juntos al colegio con los pequeños y hacíamos muchas veces los deberes escolares junto, pero o estaban los niños por la mañana o nuestras madres cuando hacíamos los deberes a la tarde. Nosotros hacíamos los deberes en el comedor y mi hermano en una pequeña habitación que había en casa, y en casa de ella en el comedor nada más. Mi hermano era 2 años mayor que yo y no podía ser molestado, además con mi hermano siempre nos estábamos peleando, era un chivato.
Estuvimos viendo la televisión después de cenar y nos enviaron a la cama porque según sus padres debíamos de estar cansados, pero creo ahora después de estos años, que la realidad, que eran ellos los que deseaban ir a la cama, y no a dormir por lo poco que oímos nosotros, es que para ellos, esos día tocaba sexo. Él era el primer año que hacia vacaciones y tenia 15 días.
Ella se puso para dormir un camisón muy ligero de verano, no era largo le vendría un poco por encima de las rodillas, yo con mi ropa interior. Seguimos hablando de lo mal que lo habíamos pasado con nuestros percances y los dos mostramos curiosidad por ver las cicatrices del otro, teníamos poca luz y nos pusimos en el suelo, bajamos la lampara, yo me baje la ropa interior o me la quite, no lo recuerdo, y ella se subió el camisón que era lo único que llevaba, creo. Los dos estábamos tumbados en el suelo y me explico que su cicatriz estaba entre el muslo y su sexo, a escasos dos dedos del sexo, en la ingle, no era una cicatriz grande, solo le pusieron dos puntos de sutura. Pero como el accidente le coincidió con su primer menstruación y el golpe fue tremendo, hasta que no se aseguraron que el sangrado vaginal no era por el golpe le hicieron muchas pruebas. Me lo explico con todo detalle, yo también le enseñe mi pene y mi cicatriz, claro al tocarme ella la cicatriz me provocó una erección se quedo un poco asombrada al verla, siguió tocando con delicadeza mi pene y yo tocando su cicatriz y su sexo, ella también se fue escitando, nuestra posición era la mas parecida a un 69, pero de lado y con una lampara entre los dos. Yo nunca había visto un sexo con vello tan de cerca y me puse a tocar y ver que podía verse dentro.
Ni ella ni yo nos habíamos masturbado nunca, ni sabíamos lo que era el sexo, eso era cosa de mayores, pero los dos nos excitamos y no podíamos parar hasta el punto de tener algo lo mas parecido a un orgasmo. Yo nunca había eyaculado, y la cantidad de semen que salio fue descomunal, ella parecía que se había orinado encima de lo que llego a lubricar. Los dos nos preguntamos que es lo que había pasado, pero nos había gustado. Mas que un orgasmo, lo recuerdo como una gran extinción que me hizo eyacular.
Cuando nos dimos cuenta que ya era tarde, oímos a su padre que estaba en el lavabo, cada uno se puso en su cama y nos dormimos mas o menos. Necesitábamos seguir hablando de lo que nos había pasado, pero nos hicimos los dormimos por si su padre entraba, cosa que así paso, abrió la puerta para ver como estábamos y nosotros haciéndonos los dormidos, pero nos dormimos.
Cuando nos despertamos por la mañana, los dos tuvimos prisa para ir al lavabo, teníamos muchas ganas de hacer pis, cosa que no era habitual a nuestra edad todavía. Sus padres aún tardaron un buen rato en levantarse de la cama, nos permitió a nosotros lavarnos, desayunar y limpiar el desastre de la noche.
Cuando se levantaron sus padres nosotros estábamos en el jardín hablando sobre lo que nos había pasado aquella noche. Yo estaba preocupado, ella me tranquilizo diciendo que tomaba unas pastillas cada día para regular la menstruación, que además servían para no poder tener hijos.
Las pastillas para no tener hijos en la España de los años 60 y hasta los años 80 estuvieron prohibidas, y las únicas que vendían eran unas para regular los periodos, eran las mismas, pero la ignorancia impedía que las mujeres las tomaran como anticonceptivo. A Isabel se lo explico su profesora que era una mujer joven, le explico que ella tomaba las mismas pastillas, que se las traían de Andorra. Cuando volvio del accidente al colegio el medico le dijo que tenia que tomarse una pastilla cada día después de almorzar y eso le obligaba a tomarse la pastilla en horario escolar. La madre de Isabel se le dijo a la profesora para que se lo recordara, y es que a Isabel después del accidente tenia unas menstruaciones dolorosas que le impedían ir al colegio uno o dos días. Esas pastillas las tendría que tomar unos dos años o mas, le dijeron. Durante esos años fui viendo que muchas chicas tomaban esas pastillas y que ignorban que ademas eran anticonceptivos.
El resto de la mañana la pasamos en grupo con otros niños y niñas en casa de unos vecinos. Por la tarde nos juntamos de nuevo en grupo, recuerdo que habían mas chicas algo mas mayores que los chicos, la mayoría de las chicas tenían uno o dos años mas que nosotros, y dos o tres chicos como yo, a esas edades se nota mucho la diferencia aun siendo poca la diferencia, fue un rollo hasta que una de las chica mas mayores dijo de jugar a las prendas. La prenda era siempre lo mismo, un beso, era un royo, bueno eso era lo que yo pensaba hasta ese día, yo nunca había dado un beso a una niña, nunca me gusto dar besos, pero no había cosa mejor que hacer en aquel momento.
De los primeros en pagar prenda fui yo, me toco darle a Isabel, cosa que recuerdo como un acto muy vergonzoso por mi parte, pero me gusto mucho. Como estaba con el bañador debajo del pantalón lo pase muy mal, tenia una erección y no tenia espacio suficiente, me dolía de la gran erección que tenia y me toque con disimulo para arreglarlo, aunque me gustaba que se viera, y mas si cada vez que perdía me tocaba dar el beso a Isabel, de las otras pasaba, querían darlo en los labios siempre y lo veía asqueroso, aunque me toco dar algunos a las otras niñas, con Isabel era distinto, me exitaba mucho y me gustaba, a ella también le gustaba dármelos a mi, a los otros niños no le gustaba tanto.
Se cansaron del juego y casi todos fueron a dar una vuelta por el pueblo, Isabel me quería enseñar una fuente que había en el río. Bueno eso de río es un decir, en su parte más profunda no cubría mas de la cintura en aquel entonces, ahora es un río que como mucho te cubre el pie, y en verano casi ni tiene agua.
Yo llevaba el bañador que utilizaba en los entrenamientos en la piscina donde iba, me entrenaba para jugar a Waterpolo, ella tenia otro que le había regalado mi madre, era un bañador de los equipos femeninos del club, la tela de estos bañadores ya entonces era muy fina comparados con los que habían, se nos marcaba todo. Aunque ella mientras estábamos con los demás llevaba camiseta y un pantaloncito. No necesitaba depilarse el bello en el pubis al ponerse bañador Isabel, porque tenia aun poco.
Pero ya en la fuente, que estaba al lado del río, nos quitamos la ropa y nos quedamos en bañador para poder mojarnos en el río.
Seguimos hablando de lo que nos había pasado aquella noche y ella se preguntaba si aquello tan grande que yo tenia como pene le cabria en vagina decian que las primeras veces dolia mucho, yo estaba tan éxitado que recuerdo que se me salia por la cintura del bañador aún estando yo en el agua, mi bañador era de color rojo con unas rayas blancas en los lados, y el de ella era azul oscuro con unas franjas blancas en los lados también, esas franjas blancas transparentaban cuando estaban mojadas, en aquellos años eran los colores únicos de ese tipo de bañadores, ella sentada en una piedra, recogiendo sus piernas contra su pecho, estaba tan húmeda que aquel bañador permitía ver la humedad entre sus piernas marcando sus labios vaginales,parecia como si se le escapara un poco de pis, era delatadora nuestra situación. Seguimos hablando de las cosas que amigos y amigas mallores hablaban sobre el sexo. Yo desia que no era posible que doliera tanto, o si no nadie lo haria, que era como el tabaco, a nosotros nos lo prohibian y ellos fumaban. Ella dijo de probar si cavia, pero sin hacer nada, no queríamos, echar un polvo, era pecado o eso creo. Buscamos un lugar que nos pareció escondido y nos quitamos los bañadores. Nos sentamos en el suelo, yo apoyado en un árbol, ella me dijo que de esta manera si nos exitábamos ella saldria al estar encima, dicho y hecho, bueno eso de hecho, costo un poco que entrara, no tenia himen Isabel, me dijo que cuando tubo el accidente le hicieron una exploración interna para ver que no hubieran heridas y que entonces le hicieron mucho daño. Quizas con el pene seria distinto. Y así hicimos ella se puso encima colocandola vien para que fuera entrando, yo me entretenia con sus pechos mientras ella hacia por que entrara en su vagina, no me había fijado en ellos todavía y me puse a tocarlos mientras le preguntaba si no le dolían al ir creciendo. Los dos decidimos darnos un beso que fue eterno, con los labios pegados ella hiba acomodandose mas y dejando que mi pene entrara del todo, sin darnos cuenta y sin mobernos ni un milimetro, cuando ya estaba toda dentro, y sin dejar de besarnos, nos dejarnos coger por la pasión del momento llegando a la eyaculación los dos y sin movernos ni un milímetro, nada mas nos apretabamos el uno contra el otro con mucha fuerza al estar abrazados. Notaba el goteo de la gran cantidad de semen que salia de su sexo sin ser obstaculo para soltarnos.
No se el tiempo que estuvimos así, segundos, minutos, no lo recuerdo, a mi no se me bajaba la erección y ella estaba también que no salia de encima a pezar de haber llegado al orgasmo. Un perro que vino donde estábamos nos hizo levantar y ponernos los bañadores deprisa y corriendo, era un perro de unos vecinos de ella, y debía estar en la fuente alguien con él, al salir vimos que lo llevaba un señor ya muy mayor que no nos hizo ningún caso, o eso creímos nosotros. A Isabel le bajaba todo el semen que yo había depositado en su interior y se fue a bañar al río para limpiarse mientras jugamos a tirarle palos al perro para que los trajera, después de un rato nos fuimos a casa de ella. Por el camino hablamos de lo que estábamos haciendo, me decia que al tocarle yo los pechos y besarnos ella ya no pudo salir, era como si estuviera atada a mi y yo pudiera hacer lo que quisiera con ella, pero le había gustado mucho, no sufrió ningún tipo de dolor como decían, la llego a notar tan adentro que parecía que la iba a perforar, y es que los dos nos apretamos mucho.
No podíamos decírselo a nadie lo que habíamos hecho, y juramos no decirlo a los amigos.
A la noche en la habitación, volvimos a besarnos y lo volvimos ha hacer, nos había gustado mucho, no se cuantas veces lo hicimos, no lo recuerdo, lo que recuerdo es que después de la primera volvio a venir esta vez su madre, a ver si dormíamos o estábamos haciendo el burro, menos mal que no nos pillaron porque la oímos venir, después estuvimos juntos en el suelo toda la noche, hacia mucho calor y estuvimos sin parar de tocarnos y metiéndola todo lo que nos permitieron nuestras fuerzas, que era cada ves que nos despertábamos, recuerdo que fueron algunas veces.
Al día siguiente nos volvimos a levantar antes que sus padres, las ganas de hacer pis nos volvían a apretar a los dos o fue el polvo que echamos esa mañana antes de levantarnos, no se. Después de desayunar y arreglar la casa, ella tenia que ayudar a su madre en las tareas domesticas hicimos a una excursion que ella hacia mucho con sus padres, era subir a una montaña por un camino de carro, era un camino que ahora pasan coches. He pasado con mi coche en distintas ocasiones para ir a una ermita que no recuerdo su nombre, desde el pueblo a la ermita hay 20 minutos en coche, Aquel día su madre nos preparo unos bocadillos para que comiéramos cuando llegáramos a la ermita, para luego a la tarde regresar.
Cuando llevábamos casi una hora caminando, nos desviamos a unas pequeñas cuevas que son en un lugar un poco escondido y que no iba casi nadie en aquellos años, allí pasamos el día, no recuerdo las veces que llegamos a hacerlo. Cuando volvíamos, ella iba con los labios vaginales muy irritados y yo tenia el pene también muy dolorido e irritado, costaba de caminar.
Cuando llegamos a casa de ella, su madre que se dio cuenta que nos pasaba algo, le pregunto a ella que pasaba, e Isabel le dijo que del camino nos habíamos irritado las ingles y algo mas. Su madre le dijo que primero se lavara y que luego la miraria, después de mirarla a ella, a mi no, le dio una crema que también me puse yo. Antes de poner la crema nos pusimos en la piscina durante un largo rato para labarnos. Su madre nos dijo que no podíamos ir siempre con esos bañadores caminando, que el sudor siempre nos irritaría el culo y las ingles.
A la noche, cuando nos fuimos a la cama, seguimos un rato mas pero con mucho cuidado, ganas no nos faltaban, pero no pudimos mucho por culpa de la irritación.
Al día siguiente volvimos a ser nosotros los primeros en levantarnos, yo recogí las cosas para volver a casa, me acompañaron a Barcelona, hasta casa, donde comimos todos juntos con mis padres y mi hermano, comentaban que yo era un chico muy responsable y poco amigo de los jaleos ni juegos violentos. Hacia años que me conocían, bueno 12 años, pero ella y yo estábamos entre los niños responsables y calmaditos, y se volvieron al pueblo una semana mas ha terminar sus vacaciones.
Entonces hacer 15 días de vacaciones un trabajador era hacer muchas vacaciones.
En mi ausencia de casa habían habido problemas con mi hermano
Pronto conocí que problema había, una vecina vio a mi hermano en la club donde yo iba a entrenar con una chica, el tenia su mano por dentro del bañador de ella entre las pierna y ella lo mismo con mi hermano, y se lo dijo a mi madre. Desde ese día mi hermano estaba castigado a no poder salir y mi madre lo sometió a una vigilancia férrea, no le permitían salir a ningún sitio si no iba yo con él. Valla final de vacaciones que tubo.